martes, 24 de marzo de 2020

Fortaleza de Castillo de Locubín.



José Bolívar Gómez de Urda.


Por el documento que inserto y transcribo a continuación queda constancia de que a finales del siglo XV aún existía en Castillo de Locubin una fortaleza de la que era su Alcaide el honrado caballero Veinticuatro de Córdoba y Jurado de Alcalá la Real, Pedro Fernández de Aranda, hijo de Fernando de Aranda.

Se trata de escritura fechada el 28 de Julio de 1483 (Archivo Histórico Nacional de Jaén Legajo 15792) por la que cede la tenencia de la alcaidia a favor de Juan Rodríguez de Jaén, quien se compromete a tener en el castillo a un mozo de 20 años en su compañía y la de un hijo que tiene. Habrá de mantener a su costa a Gonzalo Blazquez que está por atalaya de la torremayor.A cambio recibirá, por tercias partes, cinco mil maravedíes y sesenta fanegas de trigo por un año que empezará a contar desde el día de San Juanpasado.

Traslado y original de la escritura que otorgo el honrado cauallero Pedro Fernández de Aranda,en fauor de Juan Rodríguez de Jaén, quando le entrego al susodho para guardalla y tenella en su nombre la fuerza del Castillo Locubin de que sumercereraAlcayde.

Transcripción:Conocido sea a todos quantos esta presente cartavierencomo yo Juan Rodríguez deJahen vezino que soy de la noble e leal ciudad de Alcala la Real morador en el su Castillo de Locubin digo que por quanto yo tengo en custodia e guarda del común lugar y jurisdicion desta ciudadporvoselhonradocaballeroPedrodeArandaveintiquatrodeCordouaejuradodeladicha ciudad de Alcalá y vezino della e Alcayde del dicho Castillo y fortaleça por ende por la presente e la tradiçion della otorgo e conozco que me tengo por contento e entregado realmente e con efecto del dicho Castillo y Fortaleça e bienes della y (…) della a toda mi uoluntad e otorgo e me obligo de la guardar e anparar e defender fasta la muerte e de la dar e entregar realmetne e con efecto a vos el dicho Po de Aranda cada e quando vos me la demandaredes e vos reçiuir en ella de dia e de noche con pocos o con muchos so pena que por el mismo caso caiga e encurra en aquellas penas e casos en que caen e encurren los Alcaydes que acargotienen de guardar fortaleça e las no dar e entregar cada que les son demandadas por aquel o aquellos de quien las resçiuan a guarda e so las otras penas en derecho en tal caso estableçidas segúnfueroe costumbre d´España ejuroa Dios y Santa María e a esta señal de + en que pongo mi mano derecho e por las palabras de los santos Euanjelios/ on de quier equestan escritas de tener e guardar e cumplir realmente e con efeto todo lo susodicho so pena de ser auido por traidor e fementido e caer en caso de menosualer e de no pedir relaxaçion deste dicho juramento anromuy sancto Padre ni aotroJuez alguno de Sancta Madre Yglesia so las dichas penas e casos para lo qual asi cumplir e aver por firme/ obligo mi persona y bienes ávidos e por aver en fe de lo qual otrogue esta escriptura e todo lo en ella contenido ante los testigos y uso escriptos ques fecha e paso lo susodicho en el dicho Castillo de Locuvin lunes veinte y ocho días del mes de julio año del señor de mil y quetroçientos eochenta
// e tres años a lo quel fueron presentes por testigos Juan Sanchez de Morales vicario de la çibdadde Alcala e Juan Gutierrez e Gonçalo Ruiz de Medina vos de la dicha çibdad/
Juan Sanchez Vycaryo. Juan Guitierrez (firmado y rubricado)
Lunes veinte e ocho días de Julio de LXXXIII años este día se convinieron el Señor Pedro deAranda e Juan Rodríguez de Jahen en esta manera quel dicho Juan Rodriguez reçiuio a su cargo la fortaleza del Castillo de Loucuuin y es condiçion que para los gastos y guarda della el dicho Pedro de Aranda le de çinco mil maravedíes en dineros e sesenta fanegas detrigo que el dicho Juan Rodríguez a de tener en el dicho Castillo vn moço de hedad de veinte años en aconpañamiento e suyo e de vn jijo suyo que con el tiene. E mas es condiciçion quel dho Juan Rodriguez mantenga a su costa a Gonçalo Blasquez questa por atalaya en la torre mayor e quel dicho Po de Aranda le avara de pagar el dicho Gonçalo Balzquez su soldada y esto se entiende que los dichos cinco mil mrs e sedsnta fanegas de trigo se ayan de dar desde el día de San Juan que paso fasta vn año complido pagados por los terçios del año/ yo Juan Sanchez Vycaryo fuy presente a lo sobredho y fyrme my nombre.
Pedro d´Aranda. Juan Sanchez Vycaryo.


Trabajo extraído de “A la Patrona de Alcalá la Real”. Agosto 2012.

viernes, 20 de marzo de 2020

La proclamación de la Segunda República en Castillo de Locubin. Reflexiones de Federico Parera Castillo.



Día 11 de abril de 1931.

"(...)Mañana son las elecciones. Hay un jaleo terrible. Los chamarizos están dispuestos a sacar la cosa como sea. Los otros lo mismo. Hay unos cuantos matones tanto en un bando como en otro que procurarán tenerlos “graduados” y Dios haga que no haya tiros.
En el aspecto político veo que tengo campo abonado para el comunismo y lo mismo les pasa a Rafa, a mi compae.
Si aquí viniera un hombre de palabra fácil y elocuente se encontraría que aquí hacía numerosos comunistas.
Lo mismo me pasa en el aspecto religioso. Tengo una propensión al ateísmo. Hago unos esfuerzos terribles por no perder la fe; pero tengo un miedo terrible porque veo que será difícil hacer esto" (...).

Día 12.

"(...)Tengo un sueño terrible. A las cuatro estaba este “pae” cura en la misa del alba y después me bajé a ver las elecciones.
Estas han transcurrido tranquilas sin meterse los unos con los otros. Todos han venido a votar como borregos. Los republicanos no han picado ni un concejal por lo visto.
Los monárquicos han sido elegidos por mayoría aplastante. Esta tarde he estado en el entierro de Joaquín Cano. El pobre ha muerto a los 24 años. Ha sido una enorme manifestación de duelo. Todos los solteros del pueblo hemos estado.

Dia 13.

"(...)Corren rumores poco favorables para la monarquía. En Madrid han triunfado los republicanos según dicen. También en Granada y en Jaén. No sé en la proporción pues no ha habido prensa.
En Alcalá 14 puestos de 22 y es porque no se han presentado más. En Alcaudete el “copo”. En Cazorla les ofrecieron porque votaran a la monarquía 20.000 duros y no han aceptado. Allí tienen dignidad(...).
(...)La procesión hermosísima. Unos centenares como siempre. Cosa rara mi fe a Nuestro Padre Jesús no se entibia.
Tengo gana de que esto termine. Que me da una contestación cierta.
El Sr. Alcalde así que se  ha visto seguro ha comenzado a cometer cacicadas. Ente ellas despedir a los obreros de la carretera.

Día 14. Momento de la proclamación.

¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! Son los dos hermosos gritos que recorren hoy los ámbitos españoles. Los republicanos de corazón podemos hoy entonar un himno a la liberación del pueblo noble que ha sacudido el yugo de los caciques, que ha ido a votar en masa a las candidaturas republicanas-socialistas. Alfonso de Borbón ha abdicado de la corona y se ha proclamado la República estando al frente de ella, D. Niceto Alcalá-Zamora. Corren rumores de que Maciá, jefe de la izquierda separatista catalana, se ha proclamado libre en Barcelona. Dios haga que triunfe esta hermosa causa y que surja la España republicana, la España del porvenir. Ni que decir hay que Alcalá-Zamora respetará en lo posible la vida de las personas de la familia real.
El único que quizás caiga es Berenguer. Las sombras de Galán y García-Hernández, que dieron generosos su sangre por la madre patria que estaba tiranizada, se presentan en la conciencia de todo español honrado, acusando al fratricida que no tuvo piedad para dos hijos más nobles, más caballeros y más dignos que él.
Estoy completamente reconciliado con los “Chamarizos” y es más aparece en mi conciencia un movimiento de respeto y admiración a ellos. Esta noche, al tener confirmación cierta de la proclamación de la República, enarbolaron la bandera tricolor (roja, amarilla, morada) e inmediatamente principiaron los vivas la República y a Alcalá-Zamora. Tío Carlos Extremera dio una voz: ¡Muera el cacique!; pero Juan Castillo (el jefe republicano) dijo: “¡No! ¡Que no muera nadie! ¡Paz, orden y no molestar a nadie!”. Después organizaron una manifestación en la que iban una multitud de personas y a pesar de que oyeron frases pocos halagüeñas pero ellos no se dieron por entendidos evitando que hubiera sangre. Luego D. Páclido pronunció un discurso en el que es digno de nota lo siguiente: “La religión y la política tienen campos diversos; los republicanos (de aquí) nos jactamos de católicos y procuraremos no molestar a nadie en sus creencias” y esto: “La República representa el orden, la tranquilidad, la paz”. “Nosotros, devolveremos bien por mal. Os pido que no os metáis con nadie, que si alguno siente algún deseo de venganza que se contente con el desprecio a aquellos que nos han subyugado”. “Nosotros os perdonamos a aquellos que nos habéis traicionado y prueba de ello es que os recibiremos con los brazos abiertos y que nuestras puertas estarán siempre abiertas para los republicanos de corazón”. Y terminó diciendo un viva a la Libertad que contestaron muchas voces que yo acompañé desde aquí sintiendo no poder hacerlo desde allí. Estoy desmemoriado. Ayer fue el primer aniversario de vestirme de hombre. ¡Qué deprisa pasa el tiempo!.

España, Libertad, nombres benditos que grabo en mi conciencia hoy.

Día 15.

Alfonso de Borbón ha embarcado para Londres. Ya estará allí. Su familia estará también allí. ¡Menos Mal!
A las cuatro se organizó una manifestación monstruo formada por unas quinientas personas entre castilleros y alcalaínos. Éstos traían su banda, que por cierto tocan estupendamente, y a los acordes de “La Marsellesa”, miles de gritos: “¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! Se oían”. También se daban vivas a Fernando de los Ríos y a Alcalá-Zamora. Después de recorrer las calles principales en el Ayuntamiento se arboló nuevamente la bandera republicana y hablaron dos alcalaínos y D. Manuel Peinado. Un alcalaíno estuvo muy elocuente. Dijeron que venían a libertar al Castillo, a quitarles las cadenas de la esclavitud que tenían y recomendaban no nos dejáramos ser esclavos de nuevo. Se ha formado un comité republicano integrado por Juan Castillo, presidente, Pepe Olmo, Miguel Castillo, D. Juan Diego y Manuel Delgado.
D. Manuel Peinado dijo que los obreros seguirán trabajando en la carretera y que paz, tranquilidad y orden. Pidieron se perdonaran a los caídos y se les respetaran.
Los compañeros de Alcalá estaban afónicos de tanto gritar y nosotros poco menos. Nos han invitado el domingo allí.
El gobierno sigue siendo el de diciembre. A la Puerta del Sol de Madrid, le dan el nombre de los mártires de la Libertad, Galán y García Hernández.
Todavía se oyen los gritos de ¡Viva la República! y ya está la noche bastante avanzada. El pueblo está como chiquillo con zapatos nuevos. Hoy hubiera sido yo capaz de hablar de hacer lo que fuera preciso. Esperaré al día que venga Carlitos, que ya está en la calle, y acabaré de ponerme afónico.
¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! ¡Viva España libre!.


FEDERICO PARERA CASTILLO.














jueves, 19 de marzo de 2020

Sobre la construcción del puente del río San Juan.


Hace unos años consultando fuentes del archivo histórico municipal de Castillo de Locubin me encontré con una colección de programas de  feria de Castillo de Locubín, desde los años cuarenta hasta la actualidad. Cual fue mi sorpresa cuando descubrí un trabajo de investigación publicado en 1980 por la archivera e historiadora alcalaína d. Carmen Juan Lovera. En los días siguientes me puse en contacto con ella y nos citamos en la actual biblioteca de Alcalá la Real para intercambiar impresiones. Siempre la recordaré entre los legajos del archivo alcalaíno y dispuesta a ayudar a todo el que acudía a ella. De Carmen aprendí muchas cuestiones de la historia alcalaína y castillera, sobre todo a combatir prejuicios de la historia oficial de Castillo de Castillo de Locubín. Sin duda fue una mujer muy comprometida con la cultura de la comarca y en especial con Alcalá. En este trabajo se pone de manifiesto cómo los Aranda dejaron su huella en Castillo en la construcción de importantes edificios como la Iglesia Parroquial y el puente del Río San Juan, reconstruído en 1952. Aunque tiene algunos errores en la identificación de ciertos personajes que dan lugar a la confusión sin duda es un buen aporte para el conocimiento de la fecha en la que se construyó.

APORTACIONES   DE   CASTILLO   DE   LOCUBIN   A   LA  ARQUITECTURA   ESPAÑOLA  
DEL SIGLO DE ORO. 
  
Por Carmen Juan Lovera. 
  
La   historia   documentada   del   puente   de   cantería   de   tres  ojos,   realizado   en   el   Castillo   de  Locubín   de   1578   a  1587,   es   apasionante.   Por   ella   nos   damos   cuenta   de   la  serie de  hechos   que   llevaron   a   convertirse   en   castillero  de  adopción   a   uno   de   los   más   grandes  arquitectos  españoles  de   todos   los   tiempos:   Ginés   Martínez,   llamado  también  Martínez  de Aranda o Martínez Salazar, como mas tarde veremos. 
  
La   original   y   bellísima   escalinata   de   la   fachada   del  Obradoiro   de   la   catedral   de   Santiago  de   Compostela,   una  de   sus   muchas   obras,   atestigua   la   anterior   afirmación.  Desde   que  se   coloca   a   los   pies   de   la   igleisa,   hacia   el  año   1606,   sirviendo   de   peana   y   realce   a   su  fachada  principal,   no   ha   cesado   de   producir   admiración   a   todo  aquel   que   al   Apóstol  visita y por ella sube. 
  
Al   Castillo   llega   Ginés   una   veintena   de   años   antes   de  la   realización   de   esta   obra,   con  varios   familiares.   Los  matrimonios   de   Francisco,   su   sobrino,   y   de   él   mismo,  con  mujeres   castilleras,   darán   como   resultado   el   que   dos  de   los   más   importantes  arquitectos   andaluces   del   siglo  XVII,   Juan   de   Aranda   Salazar   y   Ginés   Martínez   de  
Aranda o Martínez Salazar, sean castilleros. 
  
Magníficamente   estudiados   los   dos   por   Pedro   A.   Galera  en   libros   reseñados   al   final   de  este   trabajo,   de   los   que  me   declaro   deudora;   al   igual   que   de   otro   de   Bonet  Correa   en   lo  que toca a Ginés Martínez. 
  
Historia del Puente: Gabriel de Aranda y Ginés Martínez. 
  
El   AMAR,   (Archivo   Municipal   de   Alcalá   la   Real),   es  una   verdadera   mina,   valiosa   más  que   el   oro   para   el  investigador   o   el   amante   de   su   historia,   y   sus   raíces,  como  demuestra este caso. 
De   los   libros   de   actas   de   cabildo,   actas   municipales   que  diríamos   hoy,   sacamos   los  datos siguientes: 
  
El   12   de   diciembre   del   año   1578,   hace   más   de   cuatro  siglos,   deciden   los   regidores   y  jurados,   como   entonces   se  llamaban   los   concejales,   de   acuerdo   con   el   corregidor  o  representante   del   rey,   hacer   un   puente   de   cantería   en  el   río   del   Castillo   de   Locubín.  
Para   evitar,   dicen,   tener   que   rehacer   todos   los   años   el  pontón   de   madera:   “Por donde  los   vecinos   suben   a   sus  viñas   y   labores   y   molinos”,   que   era   arrastrado   por   la  creciente  del río. Se ordena pregonar las condiciones de la obra para que se presenten posturas. 
  
Cuatro   meses   más   tarde,   el   7   de   Abril   de   1579,  aparece  como   maestro   encargado   del  trabajo   Gabriel   de   Aranda,  bajo   la   fianza   de   Ginés   Martínez   Cantero,   vecino   de  Baeza.  
Se ordena la entrega de 200 ducados al maestro para el comienzo de la obra. 
  
De   Gabriel   de   Aranda   no   hablan   Bonet   ni   Galera,   pero  debía   ser   hermano   de   Diego   de  Aranda,   discípulo   en   la  Granada   de   mediados   del   siglo   XVI   de   Diego   de   Siloé,  citado  por   Gómez   Moreno   y   Bonet   Correa   como   cuñado  de   Ginés   Martínez   el   “Viejo”,   padre  de   Ginés   Martínez  de   Aranda.   Este   último   había   realizado   ya   la célebre  fuente   de   Santa  María   de   Baeza   como   consta   en   la  inscripción   de   ella,   el   año   1564.   Obra   de   juventud,  desde   luego,   nos   permite   fechar   su   nacimiento   hacia  1539,   debía   rondar   la   cuarentena  cuando aparece como fiador de su tío en la obra del puente del Castillo. 
  
El   23   de   junio   de   ese   mismo   año,   1579,   se   nombra  maestro   mayor   de   las   obras   de   la  ciudad   a   Gabriel   de  Aranda   y   el   29   se   acuerda   darle   título   de   tal,   y  “forma  para   tener  casa   poblada   en   ella,   lo   qual   se   hace   atento  a   su   habilidad   y   experiencia...”.   Se   decide  acrecentar la traza del puente con tres ojos en lugar de dos. 
  
Un   año   después,   el   29   de   Julio   de   1580,   se   ordena  librar   400   ducados   al   mayordomo  (especie   de  administrador   o   depositario),   por   haberlos   adelantado   este  a   Gabriel   de  Aranda.   Y   se   empiezan   a   torcer   las   cosas,  en   cabildo   de   2   de   diciembre   algunos  regidores   se  oponen   a   un   aplazamiento,   solicitado   por   el   maestro,   y  otros   suplican   al  corregidor investigue sobre cómo va la obra. 
  
No   tardan   tío   y   sobrino,   el   maestro   y   su   fiador,   en   dar  con   sus   huesos   en   la   cárcel,  como   demuestran   los  cabildos   de   4   de   julio   y   1   de   septiembre   de   1581,   tras  ser  secuestrados sus bienes. 
  
En   este   último   cabildo   el   corregidor   atiende   a   una  petición   de   concordia   de   ambas  partes   y:   “manda   dar  requisitoria   de   desembargo   de   los   bienes   secuestrados  y  mandamiento   de   soltura   para   los   dichos   Gabriel   de  Aranda   y   Ginés   Martínez,   y   la  requisitoria   que   se   diera  a   los   bienes   del   dicho   Gabriel   de   Aranda   se   requiera   a  la  Justicia   no   se   los   entregue   hasta   tanto   que,   con  efecto,   haya   retificado   su   muger   del  dicho   Gabriel   de  Aranda   la   súplica   de   concordia,   pacto   e   transacion,   e   se  abaje   a   lo   en  ella contenido”. 
  


El   24   de   octubre   de   1582   se   acuerda   enviar   maestros  que   tasen   como   va   la   obra   del  puente,   para   la   cobranza  que   deben   hacer   Gabriel   de   Aranda   y   sus   fiadores;  además  de Ginés, es fiador el carpintero Francisco Bailón. 
  
El   1   de   junio   de   año   siguiente,   1583,   se   han   terminado  los   dos   ojos   pequeños   del  puente:   pero   la   obra   vuelve   a  retrasarse,   porque   el   6   de   septiembre   se   da   cuenta   de  los  gastos   realizados   por   el   síndico   al   viajar   a   Baeza,  donde   se   le   envió   a   prender   “   a   Xines  Martinez   cantero  por   no   haber   cumplido,   con   efecto,   a   lo   que   estaba  obligado   a   hacer   la  puente de la villa del Castillo, y a Gabriel de Aranda maestro de cantería...”. 
  
Ginés Martínez Salazar, o de Aranda, encargado del puente. 
  
El   13   de   agosto   de   1585   se   ordena   apremiar   a   “  GINES   MARTINEZ   SALAZAR   a   cuyo  cargo   está   la  obra  de   la   Puente   del   Castillo   para   que   la   prosiga...”.  Dato  doblemente  interesante,   por   demostrar   la   identidad  de  Ginés  Martínez   de   Aranda   y   Ginés   Martínez  de  Salazar  y  por  comunicarnos   la   obra   ya   es   de   su   sola  incumbencia.  Gabriel   de  Aranda   ha   debido   morir,   de  vejez  o   de   la  epidemia   de   peste   que   por   esos   años  asola   la  región. 
  
Dos   meses   más   tarde,   el   10   de   octubre,   se   trata   del  viaje   que   hizo   el   síndico   a   la   ciudad  de   Baeza   con   la  requisitoria   y   autos   contra   los   bienes   de   Ginés   Martínez:  “cantero   e  obligado   de   la   obra   de   la   puente...   e   halló  que   las   cosas   principales   del   dicho   Ginés  Martínez  estaban   compradas   para   un   monasterio   de   monjas,   para  incorporar   dichas  casas al convento y así no hubo lugar de poder rematar y vender...”. 
  
El   19   de   octubre   del   siguiente   año   de   1586   se   ordena  a   los   comisarios   de   la   obra   vayan  a ver “la puente del río del Castillo, si se acabó y se ha acabado conforme a la traza...”. 
  
  
El   17   de   julio   de   1587:   “Francisco   Baylon   y   Xines  Martínez   cantero,   vecino   de   Baeza,  pide   a   la   Ciudad  que,  pues   la   puente   del   río   del   Castillo   está   acabada,  conforme   a   la  traza, se pague las mejoras que en ella se han hecho”. 
  
Cuando   algo   despues,   pero   ese   mismo   año,   se   haga   un  Libro   de   Vecinos   de   Alcalá   y  su   tierra,   entre   los   501  vecinos   del   Castillo   de   Locubín   figura   Xines   Martínez,  Cantero,  en   la   calle   Juan   Galán,   llamada   así   por   vivir  en  ella   Juan   Galán   de   la   Bella,   labrador,  que será pronto: 
  
El suegro de Ginés Martínez. 


   
Por   los   libros   de   Bautismos   de   la   parroquia   de   Santo  Domingo   de   Silos,   cedidos   con  toda   amabilidad   por   su  párroco   actual,   José   Luis   Cuevas,   sabemos   del   nacimiento  de  tres   hijos   de   Xines   Martínez   de   Aranda,   cantero,   y  de  María   de   Morales.   En   los   tres  bautizos   la   madrina   fue  Mencía   de   Morales,   madre   de   María   y;   “muger   que   fue  de   Juan  Galán, vecina del Castillo de Locubín”. Las fechas de los bautizos son: 
  
21­3­1591   una   niña,   María.   12­1­1594   un   niño,   Juan;   y   21­7­1598   otra   niña,   Petronila.  
Posiblemente   Ginés,   el   hijo   mayor   luego   célebre  arquitecto,   nacería   en   el   Castillo   antes  de   venir   la  familia  a   establecerse   en   Alcalá,   hecho   que   debió   suceder   hacia  1590.   Pero  no   queremos   pasar   a   ello   sin   tratar   un   poco  la   personalidad   del   suegro   de   Ginés  Martínez. 
  
No   debía   ser   un   simple   labriego   el   tal   Juan   Galán   que  dada   nombre   a   su   calle.  
Provenía   de   casta   aventurera,   avezada   a   los   negocios   y  al   trato   con   grandes  personajes,   como   prueban   los  documentos,   78   y   79   de   la   Colección   Diplomática  
Medieval   de   AMAR.   Son   dos   cartas   del   alguacil   mayor  del   rey   moro   de   Granada,   o   sea  el   primer   ministro,  personaje   principal   de   la   Alhambra.   Las   dos   son   traídas  al   Concejo  alcalaíno   por   un   Juan   Galán,   posible   abuelo  del   suegro   de   Gines,   que   no   era   un   simple  correo   pues  se   le   encomienda   en   ellas,   la   resolución   de   ciertos  asuntos,   y   se   le   hace  depositario   de   secretos   no  confiados  al   papel:   “...   el   dicho   Juan   Galán   fablará   con  vosotros más largamente de los sobredicho...” (Doc. 79. Lín. 29­30). 
  
Es   de   suponer   fuese   buena   la   situación   económica   de  este   mensajero,   casi   embajador,  así   como   la   de   sus  descendientes.   El   caso   es   que   para  Ginés   Martínez   se  terminan   los  apuros   dinerarios   a   partir  de   su   boda.   Su  arte   y   su   prestigio   se   afianzan   y   suben  hasta  las más altas cotas como vamos a ser en seguida. 
  
Maestro de Cantería y maestro de obras de Alcalá. 
  
El   26   de   junio   de   1590   aparece   titulado   maestro   de  cantería   en   el   acta   de   cabildo  donde   se   le   nombra,  precisamente,   maestro   mayor   de   las   obras   de   la   ciudad:  “para   que  de   su   parecer   en   las   obras   de   cantería   que  se  hacen...   y   en   el   reparo   de   murallas...  por   la   mucha  habilidad   y   saber   del   dicho   maestro...”.   Debía   rondar  entonces   el   medio  siglo   cuando,   establecido   en   Alcalá,   se  pone   en   contacto   con   el   que   va   a   ser   su  decidido protector, el abad don Maximiliano de Austria. 
  
Bajo   este   abad,   llegado   a   Alcalá   en   1583,   se   había  realizado   la   segunda   ampliación   de  la   iglesia   mayor   de  Santa   María   de   la   Mota,   de   su   cuerpo   medio.   La  primera,   de   los pies   el   coro   y   la   torre,   se   hace   en   la  mitad   anterior   del   siglo,   bajo   don   Juan   de   Ávila.   En  ella   trabajaron   con   toda   seguridad   Jacobo   Florentino   y  Diego   de   Siloé   que   dieron   el  tono   a   las   demás  ampliaciones   ajustadas   de   modo   exacto   a   su   estilo,   el  renacimiento  purista granadino. 
  
Lázaro   de   Velasco,   hijo   de   Jacobo   Florentino,   y  Ambrosio   de   Vico   trabajan   en   la  segunda   ampliación,  terminada   antes   de   1586   ya   en   acta   de   cabildo,   de   25  de  noviembre   de   ese   año,   un   regidor   se   refiere   a   la  obra   de   cantería   que   ha   hecho   en   la  iglesia mayor con un coste de diez mil ducados. 
  
Ginés   Martínez,   formado   en   Baeza,   en   el   arte   manierista  de   la   escuela   de   Vandelvira,  toma   contacto   con   el  purismo   granadino   en   los   magníficos   monumentos   dejados  por  estos   artistas   en   Alcalá:   Fuente   de   los   Álamos,  iglesia   y   palacio   abacial,   etc.   Su   estilo,  cada   vez   más  depurado   y   perfecto,   así   como   su   manera   original   de  resolver   difíciles  problemas   constructivos,   dejará   huellas   no  sólo   en   el   Castillo   (iglesia   de   San   Pedro)   y  Alcalá  (última   ampliación   de   la   iglesia   abacial)   sino   en   Cádiz,  (la   Cartuja   jerezana),   y  sobre   todo,   en   Galicia   a   donde  llega   y   triunfa   el   clasicismo   purista   jienense­ granadino  gracias   a   este   baezano   castillero   de   vocación,   pues   al  Castillo   volverá   cuando   se   sienta  viejo y allí querrá ser enterrado. 
  
En Cádiz y en Galicia con don Maximiliano de Austria.​

Pero   no   adelantemos   acontecimientos,   a   Cádiz   va   con  don   Maximiliano   como   nos   dice  Galera en su libro, al tratar de la cartuja de Jerez. 
  
En   la   partida   bautismal   de   su   hija   Petronila,   (quizá   de  nombre   relacionado   con   la   iglesia  castillera   de   San  Pedro),   hay   un   dato   curioso,   y   es   que   el   padrino   es  Ldo.   Francisco   de  Bommes,   vicario   de   don   Maximiliano  y  persona   muy   unida   a   él.   Seguramente   de   origen  alemán,  Bommes   es   castellanización   de   Worm.   La   fecha   de   este  bautizo,   dos   años  posterior   al   nombramiento   en   1596,   de  don   Maximiliano,   para   el   obispado   de   Cádiz,  indica un viaje especial del vicario, probablemente para contratar al arquitecto. 
  
Nombrado   arzobispo   de   Santiago,   don   Maximiliano,   lleva  con   él   a   Ginés   Martínez.  
Bonet   Correa   hace   un   perfecto   análisis   de   esta   etapa   del  maestro,   1603­1606,   en   el  apogeo   de   su   arte,   aunque   ya  de   bastantes   años.   Tenía   cerca   de   los   setenta,   de   ahí  
que   crea   Bonet   en   su   muerte   cuando   en   1606   se  nombra   maestro   mayor   a   Jácome  Fernández.   Pero   Ginés  vivirá   todavía   tres   lustros,   y   se   seguirá   titulando  “maestro  de  aquitectura   y   de   la   iglesia   catedral   de   Santiago   de  Galicia”.   Así   firma,   en   Alcalá,   las  condiciones   del   reparo  que   conviene   hacer   a   la   capilla   mayor   de   la   iglesia  abacial   de   la  Mota,   y   el   plano   de   ella,   con   Pedro   de  Velasco,   maestro   mayor   de   las   obras   de   la  Alhambra,   el  28   de   julio   de   1616.   Esta   es   la   tercera   y   última  ampliación   de   la   iglesia  abacial,   quedando   toda   ella   de  un   único   estilo,   el   clasicismo   purista  jiennense ­granadino. 
  
Vuelta voluntaria al Castillo de Locubín. Sus últimas obras. 
  
Seguramente   se   vino   de   Galicia   por   apetecer   la   vida  familiar   y   tranquila   en   el   Castillo,  donde   había   comprado  un   oficio   de   escribano.   Quizá   también   por   cumplir  alguna  promesa   hecha   al   arzobispo   de   Granada,   don   Pedro   de  Castro   y   Quiñones,   porque   el  Ginés   Martínez   de   Salazar  que,   en   1610   acaba   la   colegiata   de   San   Cecilio   del  Sacromonte   debió   ser   él   y   no   su   hijo,   como   aseguraba  Gómez   Moreno   a   Bonet.  
Razones   hay   varias,   la   principal   que   no   había   muerto   en  1606   como   se   creía;   pero   otra,  también   muy   importante,  el   mismo   documento   citado   por   Gómez   Moreno   donde  se  dice  que   Ginés   Martínez   Salazar,   el   hijo,   era   en   1621  “muy   mozo,   aunque   maestro   de  ciencia   y   experiencia”,  cuando   se   le   nombra   para   proseguir   las   obras   del  palacio  de  Carlos   V   en   la   Alhambra.   Si   era   muy   mozo,   en  1621,   en   1610   debía   ser   “demasiado  mozo” para dirigir la colegiata de San Cecilio. 
  
Ginés   Martínez,   propagador   del   arte   andaluz   en   Galicia,  usa   indistintamente   los  apellidos   Aranda   o   Salazar.  Patronímicos   de   las   tierras   septentrionales   españolas   libres  
de   moros   y   judíos,   a   los   que   acuden   los   sureños   en   su  afán   de   limpieza   de   sangre,   tan  apetecida en la época. 
  
Las   últimas   obras   de   gran   maestro,   autor   también   de   un  tratado   de   “Cortes   de  Cantería”   por   desgracia   perdido,   las  realiza   en   Alcalá,   y   desde   el   Castillo,   donde   vive  entonces.   Viene   con   frecuencia   de   1616   a   1620,   pues  dirige   las   obras   de   la   capilla  mayor   y   de   la   sacristiía  nueva.   Como   Martínez   Montañés,   que   muere   a   los   81  años   en  plenas   facultades,   Ginés   se   conserva   bien   hasta  el   último   momento.   Su   firma   en   varios  expedientes relativos a esta obra revela un pulso firme y una mente clara. 
  
Muerte en el Castillo, lugar elegido por él. 
  
El   19   de   diciembre   de   1621   cobra   su   hijo,   de   su  mismo   nombre,   una   visita   a   la   obra   que  hizo   su   padre  el   año   anterior   y   que   éste   no   puede   cobrar   por   haber  muerto.   Debía  tener, si nació hacia 1539 como es probable, cerca de los 82 años. 
  
BIBLIOGRAFÍA. 
  

Antonio   Bonet   Correa,   “LA   ARQUITECTURA   EN  GALICIA   DURANTE   EL   SIGLO   XVIII”.  Premio “Menéndez Pelayo” 1957, C.S. I.C., Madrid, 1966. 
  
Pedro   A.   Galera   Andreu,   “ARQUITECTURA   DE   LOS  SIGLOS   XVII   Y   XVIII   EN   JAÉN”.  Caja   de   Ahorros   y  Monte   de   Piedad   de   Granada,   Seminario   de   Estudios.   III  Premio   de  Poseía e Investigación, 1977. 
  
Pedro   A.   Galera   Andreu,   “UNA   FAMILIA   DE  ARQUITECTOS   JIENENSES,   LOS  ARANDA”,   Boletín   del  Instituto   de   Estudios   Giennenses   Num.   95,   Enero­Marzo  1978,  pag 9­19. 











martes, 17 de marzo de 2020

Sobre el veterinario Francisco Castillo Extremera


Francisco Castillo Extremera con su esposa Victoriana Pereña. Del cuerpo nacional de veterinaria con destino  a la aduana de Port-Bou el día 2 de Julio de 1936 regreso a Castillo de Locubin acompañado de su esposa e hija Maria Dolores Castillo Pereña. Ambos tenían 68 y 63 años, respectivamente, y su hija 19.
Hacia más de veinte años  que "Paco" no visitaba su pueblo. Su fin "cumplir una promesa a  la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús por haberle sacado de una enfermedad muy grave de la que fue víctima a fines de 1934" .
Allí conoció a paisanos, parientes y amigos, entre ellos al abogado d. Manuel Peinado Chica, dirigente de la alianza republicana socialista de Castillo de Locubin, amigo íntimo del ministro d. Fernando de los Ríos y en estrecha relación con  su hermano el médico y diputado a cortes d. Federico Castillo Extremera y sus hijos, llegando a presidir la sociedad de amigos de la URSS en Jaén capital. 
En Castillo de Locubin les sorprendió el golpe fascista del 18 de Julio y fueron testigos tanto el como su mujer de las amenazas que sufrió el abogado por evitar el asesinato de ciertos personajes derechistas del municipio.

Moisés Gallardo Pulido 

miércoles, 11 de marzo de 2020

El maestro d. José López Galindo con sus alumnos


Imagen del maestro d. José López Galindo con sus alumnos. De finales de los años veinte o principios de los 30.

Empezando desde arriba y de izquierda a derecha.
La fotografía es de finales de los años veinte. Mi agradecimiento a Juan Jiménez por aportarme la información en su día. 
M. Gallardo Pulido. 


Primera fila:

Antonio Peñalver Contreras, Antonio Lara González, Juan Contreras Aranda, Fernando González Rodríguez, Ramón Peinado Collado, Manuel Peñalver Castillo, Miguel Collado Castillo, Eduardo Lara Sevilla.

Segunda fila:

Manuel Molina Villén, Miguel Zafra Merino, Miguel Escribano Olmo, José Jaén López, Manuel Bravo Castillo, Francisco Escribano Olmo, Daniel Ruiz Sevilla, Manuel Zafra Castillo, José Peinado Peinado

Tercera fila:

Eugenio Siles Jaén, José González García, Antonio Jaén Bravo, Juan López Castillo, Daniel Castillo Peñalver, Miguel Olmo Bravo y Miguel Izquierdo Roldán.

Cuarta fila:

Francisco Román Contreras, Francisco Morales Peñalver, Francisco Olmo Sánchez, Antonio Izquierdo Roldán, el maestro D. José López Galindo, Edmundo Baeyeus López, Ángel Peinado Ruano y José María Contreras Medina.

Quinta fila:

Juan Contreras Medina, José Gallardo Castillo, Isidro González Rodríguez, Rafael Castillo Jamilena, Rafael Pereira Ruiz, Manuel López y López, José Extremera Rueda, José Peinado Peñalver y José Olmo Galán.

viernes, 6 de marzo de 2020

LEÓN CARLOS ÁLVAREZ LARA, PARLAMENTARIO ANDALUZ.



Moisés Gallardo Pulido.

El  ilustre paisano León Carlos nació el día 25 de abril de 1884 en la casa-esquina de la antigua calle d. Martín de Arteaga, actualmente Hispanidad. Sus padres Ezequiel Álvarez Castillo y María Lara formaron una prolífica familia. Entre sus hermanos destacar al teniente de Infantería d. Rodolfo y a  d. Rafael Álvarez Lara, obispo que fue de las diócesis de Guadix y Palma de Mallorca, así como hijo adoptivo de Castillo de Locubín en 1967. Contrajo matrimonio con Encarnación Álvarez Ruiz con la que tuvo varios hijos: Encarnación, Carmen, León Carlos, María Lourdes y Josefina.
A lo largo de su trayectoria se convirtió en un reconocido abogado, propietario, empresario, periodista y político español que destacó durante el periodo de la Segunda República. Descendiente de la popular saga de escribanos “Álvarez de Morales”, una de las familias más influyentes de la élite local de Castillo de Locubín que a lo largo de la Edad Moderna destacaron en los pleitos de independencia y separación de la villa con respecto a la ciudad de Alcalá la Real.
El joven León Carlos junto a su hermana Isabelita con el traje tradicional de Castillo de Locubin.

Una vez que finalizó sus estudios de Bachillerato en Jaén capital paso a estudiar Derecho en la Universidad de Granada donde obtuvo la licenciatura en 1916. Desde muy joven se despertó en él una enorme inquietud por la política y la situación de la agricultura. En 1913 aparece como Secretario de la Juventud Conservadora de Castillo de Locubín, participando con ponencias y artículos en la prensa, obteniendo un premio en un concurso convocado por el periódico “España” con el trabajo titulado “La bandera de la juventud conservadora” que leyó en el acto de exaltación patriótica y jura de bandera celebrado el domingo 13 de abril de aquel año en los salones de la juventud conservadora de Madrid, siendo presidido por el ministro José Sánchez Guerra. Posteriormente participó con publicaciones en el periódico conservador “La Regeneración”. Durante la etapa de la Dictadura de Primo de Rivera fue nombrado diputado provincial y vicedirector de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén. Pero su labor política alcanzó su apogeo con la llegada de la Segunda República siendo uno de los miembros fundadores y vicepresidente de la Federación Provincial de Labradores de la Tierra, organización patronal opuesta los proyectos de reforma agraria del primer bienio republicano (1931-33). 
Como abogado fue asesor jurídico de las Cámara Agrícola y de Comercio y del Colegio de Agentes comerciales y representante por Jaén en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Continuando su labor periodística en 1932 participó en la fundación del principal órgano de prensa de la patronal agraria andaluza, el diario “La Mañana”.
En las elecciones generales del mes de Noviembre de 1933, que dieron el triunfo a las derechas, fue incluido en la candidatura del Bloque Republicano-Agrario por la provincia de Jaén, conformada por la CEDA, el partido republicano radical de Lerroux y la Federación Provincial de Labradores, que él mismo presidía junto al abogado José Cos Serrano. Finalmente fue elegido diputado a Cortes con 140.116 votos (53% de los emitidos) llegando a ocupar el puesto número siete de los trece diputados que se presentaron por la circunscripción de Jaén. Su adscripción política fue la de “agrario independiente” como así declaro en su alta como diputado. Juró el cargo el día 28 de diciembre de 1933 causando su baja un mes antes de las elecciones de febrero de 1936.
Durante este periodo fijo su residencia en el Hotel París de  Madrid. Al poco tiempo ingresó en las filas del Partido Agrario dirigido por José Martínez de Velasco. Durante el Bienio Negro (sobre todo durante 1934 y 1935) participó en numeroso actos de organización y propaganda del partido agrario por la región andaluza. Célebres fueron sus mítines en las ciudades de Málaga, Granada y Jaén, campañas reseñadas en la prensa conservadora de la época: El diario El Debate y en el órgano del partido, la Revista “Horizontes”. En una de las concentraciones multitudinarias se hicieron muy famosas sus palabras: “(…) Que a mi no me gusta la olla de parva, y como a mi no me gusta la olla de parva, que la echen a la cuadra”. También alcanzó la secretaría y presidencia de la Comisión de Agricultura, perteneciendo además a las comisiones de Incompatibilidades, Justicia y en calidad de suplente a la de Instrucción Pública.
Leon Carlos en una reunión de la minoría parlamentaria del PAE durante el llamado Bieno Negro. Aparece marcado  con una cruz.

No cabe la menor duda de que el abogado León Carlos se convirtió en uno de los más activos parlamentarios andaluces, junto al médico y paisano, también diputado, d. Federico Castillo Extremera, interviniendo en debates, ruegos, proposiciones y votos particulares. Famosa fue su intervención en  la sesión parlamentaria del día 7 de febrero de 1934 sobre “el estado de anarquía en el campo de la provincia de Jaén”.
En las elecciones de febrero de 1936, que dieron la victoria al Frente Popular, fue incluido en la candidatura del Bloque Nacional por la provincia. Pese a obtener más de 130.000 votos no resultó elegido y no pudo revalidar su escaño como diputado siendo el ganador Bernardo Giner de los Rios, de Unión Republicana, con tan solo 6000 votos de diferencia.
El día 29 de mayo de 1936, poco antes de la sublevación fascista del 18 de julio, el periódico Democracia denunció la supuesta conspiración (en una casa de la calle Carrera/Bernabé Soriano) contra el gobierno de la República de un grupo de representantes del partido agrario, entre los que se encontraba León Carlos, Cos Serrano y otros individuos que se hicieron pasar por republicanos: “(..) El primer acto subversivo que realizarán los agrarios protestantes será oír una misa con extraordinario recogimiento. El segundo acto, hacer una visita a Nuestro Padre Jesús al que le expondrán con cierto resentimiento el extraordinario ridículo a que los ha llevado en las elecciones. El tercer acto será hacerle la tonsura a  Álvarez de Lara, previa entrega de todo el trigo que sus liberales disposiciones negoció, o indemnización metálica de él. Cuarto acto, ésta a cargo del público, recibir un puntapié en el ano, que los vuelva a las madrigueras de las que ya se atreven a salir juguetones por la tolerancia oficial que se les tiene. (...)”.
Tras el fracaso de la intentona golpista en la capital jiennense fue detenido y encarcelado por las fuerzas del Frente Popular siendo trasladado a principios de agosto de Jaén a Madrid junto a otros presos derechistas. El día 11 de agosto de 1936,  cuando el tren pasaba cerca de Villaverde, en las proximidades de Atocha, un grupo de milicianos exaltados detuvo el convoy e identificó a León Carlos junto a otros derechistas procedentes de Jaén. Acto seguido junto a la ladera de un pequeño monte fueron pasados por las armas. Contaba con 52 años de edad, casado y con varios hijos.
En la sesión ordinaria del día 13 de mayo de 1939 el alcalde Buenaventura Rueda Puerma presentó una moción para que se restableciera y restaurara la lápida que en su memoria se colocó en su día en la casa que le vio nacer y que fue destrozada durante el Frente Popular: “(...) En su patria chica, en el pueblo que le vio nacer y al que tanto amaba, en el que se meció su cuna y pasó su juventud, fue arrastrada por todas sus calles, manchándolas con ello, una lápida que costeada por muchos buenos hijos ilustres de este Pueblo, fue colocada en la casa donde aquel naciera. Y os propongo: esa lápida debe ser inmediatamente restaurada y vuelta a colocar. Es un deber nuestro de perpetuar la memoria de aquel mártir  que murió por Dios y por la Patria, por lo que debemos sentirnos orgullosos. Y como sé que muchos hijos de este pueblo están dispuestos a coadyuvar a esta obra, creo lo más conveniente que del seno de esta Corporación se forme una comisión que se encargaría de llevar a efecto esta propuesta. El Ayuntamiento también debe de coadyuvar a ello y para tal, os pido que encabece una inscripción con la cantidad que vosotros creáis conveniente.
Si vosotros, como espero, os dignáis a aprobar la moción anterior, os pido por último que en nombre de este Ayuntamiento, se dirija a la Noble Dama, a la mujer que con tanta resignación está soportando el profundo dolor causado en su alma por pérdida tan irreparable, a la ilustre viuda del fue nuestro amigo entrañable, copia literal de esta moción dándole el más sentido pésame en nombre del mismo, haciéndola saber, para que le sirva de lenitivo, que el recuerdo de la víctima perdurará para siempre en nuestra memoria y que siempre estará presente de nuestro afán”.
Finalmente la Corporación municipal en pleno acordó por unanimidad dar el nombre de León Carlos Álvarez Lara a la antigua calle d. Martín, actualmente Hispanidad.
Finalizo con esta breve pero interesante biografía expresando mi más sincero agradecimiento a la antropóloga Jenny Masur, al historiador Francisco Martín Rosales por su ayuda desinteresada, al abogado Rafael Álvarez de Morales, con el que me une una estrecha y sana amistad desde principios de los noventa, y al que tanto le debo sobre el conomiento y compresión de la historia local y, como no, al Ayuntamiento de Castillo por facilitarme la consulta del archivo municipal. 

Fuentes usadas:

Archivo Histórico municipal de Castillo de Locubín.

Mi archivo fotográfico y documental.

Luis Miguel Sanchez Tostado, Víctimas: Jaén en guerra (1936 - 1950). Edita. Ayuntamiento de Jaén. 2005.

Leandro Álvarez Rey, Los diputados por Andalucía de la Segunda República, 1931-1939. Fundación pública del Centro de Estudios Andaluces. 2009.