viernes, 20 de marzo de 2020

La proclamación de la Segunda República en Castillo de Locubin. Reflexiones de Federico Parera Castillo.



Día 11 de abril de 1931.

"(...)Mañana son las elecciones. Hay un jaleo terrible. Los chamarizos están dispuestos a sacar la cosa como sea. Los otros lo mismo. Hay unos cuantos matones tanto en un bando como en otro que procurarán tenerlos “graduados” y Dios haga que no haya tiros.
En el aspecto político veo que tengo campo abonado para el comunismo y lo mismo les pasa a Rafa, a mi compae.
Si aquí viniera un hombre de palabra fácil y elocuente se encontraría que aquí hacía numerosos comunistas.
Lo mismo me pasa en el aspecto religioso. Tengo una propensión al ateísmo. Hago unos esfuerzos terribles por no perder la fe; pero tengo un miedo terrible porque veo que será difícil hacer esto" (...).

Día 12.

"(...)Tengo un sueño terrible. A las cuatro estaba este “pae” cura en la misa del alba y después me bajé a ver las elecciones.
Estas han transcurrido tranquilas sin meterse los unos con los otros. Todos han venido a votar como borregos. Los republicanos no han picado ni un concejal por lo visto.
Los monárquicos han sido elegidos por mayoría aplastante. Esta tarde he estado en el entierro de Joaquín Cano. El pobre ha muerto a los 24 años. Ha sido una enorme manifestación de duelo. Todos los solteros del pueblo hemos estado.

Dia 13.

"(...)Corren rumores poco favorables para la monarquía. En Madrid han triunfado los republicanos según dicen. También en Granada y en Jaén. No sé en la proporción pues no ha habido prensa.
En Alcalá 14 puestos de 22 y es porque no se han presentado más. En Alcaudete el “copo”. En Cazorla les ofrecieron porque votaran a la monarquía 20.000 duros y no han aceptado. Allí tienen dignidad(...).
(...)La procesión hermosísima. Unos centenares como siempre. Cosa rara mi fe a Nuestro Padre Jesús no se entibia.
Tengo gana de que esto termine. Que me da una contestación cierta.
El Sr. Alcalde así que se  ha visto seguro ha comenzado a cometer cacicadas. Ente ellas despedir a los obreros de la carretera.

Día 14. Momento de la proclamación.

¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! Son los dos hermosos gritos que recorren hoy los ámbitos españoles. Los republicanos de corazón podemos hoy entonar un himno a la liberación del pueblo noble que ha sacudido el yugo de los caciques, que ha ido a votar en masa a las candidaturas republicanas-socialistas. Alfonso de Borbón ha abdicado de la corona y se ha proclamado la República estando al frente de ella, D. Niceto Alcalá-Zamora. Corren rumores de que Maciá, jefe de la izquierda separatista catalana, se ha proclamado libre en Barcelona. Dios haga que triunfe esta hermosa causa y que surja la España republicana, la España del porvenir. Ni que decir hay que Alcalá-Zamora respetará en lo posible la vida de las personas de la familia real.
El único que quizás caiga es Berenguer. Las sombras de Galán y García-Hernández, que dieron generosos su sangre por la madre patria que estaba tiranizada, se presentan en la conciencia de todo español honrado, acusando al fratricida que no tuvo piedad para dos hijos más nobles, más caballeros y más dignos que él.
Estoy completamente reconciliado con los “Chamarizos” y es más aparece en mi conciencia un movimiento de respeto y admiración a ellos. Esta noche, al tener confirmación cierta de la proclamación de la República, enarbolaron la bandera tricolor (roja, amarilla, morada) e inmediatamente principiaron los vivas la República y a Alcalá-Zamora. Tío Carlos Extremera dio una voz: ¡Muera el cacique!; pero Juan Castillo (el jefe republicano) dijo: “¡No! ¡Que no muera nadie! ¡Paz, orden y no molestar a nadie!”. Después organizaron una manifestación en la que iban una multitud de personas y a pesar de que oyeron frases pocos halagüeñas pero ellos no se dieron por entendidos evitando que hubiera sangre. Luego D. Páclido pronunció un discurso en el que es digno de nota lo siguiente: “La religión y la política tienen campos diversos; los republicanos (de aquí) nos jactamos de católicos y procuraremos no molestar a nadie en sus creencias” y esto: “La República representa el orden, la tranquilidad, la paz”. “Nosotros, devolveremos bien por mal. Os pido que no os metáis con nadie, que si alguno siente algún deseo de venganza que se contente con el desprecio a aquellos que nos han subyugado”. “Nosotros os perdonamos a aquellos que nos habéis traicionado y prueba de ello es que os recibiremos con los brazos abiertos y que nuestras puertas estarán siempre abiertas para los republicanos de corazón”. Y terminó diciendo un viva a la Libertad que contestaron muchas voces que yo acompañé desde aquí sintiendo no poder hacerlo desde allí. Estoy desmemoriado. Ayer fue el primer aniversario de vestirme de hombre. ¡Qué deprisa pasa el tiempo!.

España, Libertad, nombres benditos que grabo en mi conciencia hoy.

Día 15.

Alfonso de Borbón ha embarcado para Londres. Ya estará allí. Su familia estará también allí. ¡Menos Mal!
A las cuatro se organizó una manifestación monstruo formada por unas quinientas personas entre castilleros y alcalaínos. Éstos traían su banda, que por cierto tocan estupendamente, y a los acordes de “La Marsellesa”, miles de gritos: “¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! Se oían”. También se daban vivas a Fernando de los Ríos y a Alcalá-Zamora. Después de recorrer las calles principales en el Ayuntamiento se arboló nuevamente la bandera republicana y hablaron dos alcalaínos y D. Manuel Peinado. Un alcalaíno estuvo muy elocuente. Dijeron que venían a libertar al Castillo, a quitarles las cadenas de la esclavitud que tenían y recomendaban no nos dejáramos ser esclavos de nuevo. Se ha formado un comité republicano integrado por Juan Castillo, presidente, Pepe Olmo, Miguel Castillo, D. Juan Diego y Manuel Delgado.
D. Manuel Peinado dijo que los obreros seguirán trabajando en la carretera y que paz, tranquilidad y orden. Pidieron se perdonaran a los caídos y se les respetaran.
Los compañeros de Alcalá estaban afónicos de tanto gritar y nosotros poco menos. Nos han invitado el domingo allí.
El gobierno sigue siendo el de diciembre. A la Puerta del Sol de Madrid, le dan el nombre de los mártires de la Libertad, Galán y García Hernández.
Todavía se oyen los gritos de ¡Viva la República! y ya está la noche bastante avanzada. El pueblo está como chiquillo con zapatos nuevos. Hoy hubiera sido yo capaz de hablar de hacer lo que fuera preciso. Esperaré al día que venga Carlitos, que ya está en la calle, y acabaré de ponerme afónico.
¡Viva la República! ¡Viva la Libertad! ¡Viva España libre!.


FEDERICO PARERA CASTILLO.














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